sábado, 6 de julio de 2013

Una Carta...

Queridos Mamá y Papá:
Hay algo dentro de mi hace ya tiempo, algo que no puedo controlar y tampoco quiero hacerlo. Es un sentimiento que vengo escondiendo en mi interior por miedo a muchas cosas. Hablo de que para los padres de una adolescente no es fácil entender que su hija es homosexual y ese es mi mayor temor. Durante toda mi vida los he visto despreciar a los homosexuales, nunca les han agradado, incluso les repugnan.
Estoy entre la espada y la pared y no se que hacer.
He barajado la idea de decirles miles de veces pero tengo temor a su reacción. Por eso elegí hacerlo de esta forma.
Si, soy homosexual y puedo decir que estoy orgullosa de serlo, a pesar de todo. No crean que dejo esto por escrito por que no tengo el coraje de afrontar las consecuencias de decírselos frente a frente. Lo hago porque se por todo lo que nosotros pasamos y debemos luchar y superar.
No les pido que me entiendan, tampoco que sigan amándome, solo pido que no me juzguen. Como lesbiana de 16 años he debido soportar millones de formas de discriminación, se supone que estamos en una sociedad de mente abierta pero no es así. En esta sociedad se nos tacha de enfermos, y de lo único que podemos estar enfermos es de amor. Entiendan eso! esto no es una enfermedad, ni un castigo, ni nada malo,  yo soy igual a cualquiera, solo tengo amor para dar.
Todas las noches resuenan en mi cabeza sus frases hipócritas ''Los homosexuales van al infierno'', ''Ojala nunca tengamos a nadie con esa enfermedad'', ''Es el peor pecado que puedes cometer''.
Desde niña me enseñaron a que Dios es amor y perdón, que Él ama a todos por igual sin importar su raza, su cultura o su condición.
Hoy tengo miedo de vivir fuera de ese amor incondicional de Dios, muchas veces me he sentido culpable y pecador, pero logre comprender que no lo soy, que solo soy una persona como cualquiera que tiene la meta de ser feliz, de amar y ser amado.
Lamento que no puedan aceptar esta parte de mi, pero es algo que soy y que elijo cada día de mi vida. Elijo mi felicidad y mi bienestar, elijo esta forma de vida.
A veces las personas pueden lastimar en exceso, pero la marginación que nos propinan a los homosexuales, tratándonos de enfermos, de pecadores, de impuros, de inhumanos, diciendo que lo que sentimos no es natural, eso realmente sobre pasa los limites. Están diciéndome que mi amor no vale, que mis sentimientos no son humanos ni puros, que lo que siento no es natural, que esta mal... Solo pido que no me censuren, que no censuren mi forma de ser, pensar y amar.
No somos malas personas ¿a caso crees eso mamá? ¿soy mala persona papá?... No lo soy, solo soy homosexual.
Hoy, papá y mamá, elijo ser homosexual y elijo mi felicidad. Les repito, no me entiendan, nos me amen, pero no juzguen.
                            Con Amor... del mio.....
Renata.-

Decir que los homosexuales te dan asco no es 
una opinión, es un insulto.

Piensa lo que quieras, pero por un minuto
olvida de que son 2 chicos o 2 chicas,
piensa en que son 2 personas, 2 personas que se aman
y el amor es lo mas bonito que hay.

Jouper.-