domingo, 24 de julio de 2016

Esta fase de la Luna

Y por ahora solo soy esto, soy lo que queda de mi. Soy el hueco en mi cama de estar tanto tiempo en ella, soy lágrimas y rímel corrido, soy gris y pequeñita. Por ahora soy dolores y alguna que otra risita, soy mis canciones, mis cigarrillos, mi humo interno. Soy números, café, algunos saquitos de té, soy fotos y recuerdos, soy el rosarito que me regaló.
En estos momentos ni aspiro a ser otra cosa, en este tiempo estoy entregada al dolor.
Por ahora seré mis días de cama, mi nariz roja y mis ojos inflamados, seré un poco de sombra gris, el lado oscuro de mi luna.
Esto soy ahora, mis cansancios y pesadez, mis abrigos, mi sobretodo rojo que fue tuyo. Soy mis pocas energías, mis desganos. Siempre soy mis letras.
Es otro momento de lo que toca vivir, esto también soy yo, soy esta fase de la Luna, de mi Luna.-
Jouper.-

martes, 19 de julio de 2016

Relación Puntual

Lo nuestro fue una relación puntual, gramaticamente hablando.
Cuando comenzó, todos eran puntos suspensivos, marcados por el tiempo y el lugar; poco a poco, con el tiempo, empezó a haber un punto medio entre los dos, un punto a favor, que se convirtió en el punto del signo de interrogación y se formalizó en el punto del signo exclamativo.
Por unos meses fuimos punto y comas, dos puntos; hasta que llegó el día de poner un solo punto, lo que quedó a definir, era si éste sería un punto y seguido o un punto final, pero sin dudas fue un punto de quiebre que nos quebró a los dos, y nos quedamos sin puntos, sin seguir y sin final.-

Jouper.-

jueves, 14 de julio de 2016

Te extraño

Te extraño como si algún día fuera a verte de nuevo, como si en realidad hubiese quedado algo pendiente, como si las cosas, por algún motivo, fueran a ser distintas.
Te extraño como sabiendo que esto no tiene final, como evitando que algún día llegue, como soñando con un futuro a tu lado.
Te extraño con la esperanza de que se puede cambiar, con las ganas de crecer, con la necesidad de salir adelante.
Te extraño como a una persona cercana y lejana a la vez, como si fuese a verte mañana o en un par de años, porque en ambas situaciones te extraño con igual intensidad.
Te extraño como sintiendo tu abrazo, como viendo tu sonrisa y recibiendo un beso tuyo, todo absolutamente imaginario y fugaz, como vos, como extrañarte.
Te extraño como cada noche que faltaste (y faltas) en mi cama, como a ese sol que te salva en el invierno, como si fuera verdad que estoy bien.
Te extraño como auyentando al olvido, te extraño como si esto tuviese sentido.-
Jouper.-

miércoles, 6 de julio de 2016

Una más.

Otra vez la sensación de palabras empastadas en la garganta, de sentirte diminuta y gris, rota, sucia, agujereada.
Esa sensación de no ser nada, por no sentir nada o por sentir demasiado tal vez.
Esa mezcla de tristeza, ira y bronca. Es una pasta de sensaciones, sentimientos, lágrimas y palabras no dichas, todo apelmasado en la boca, estirándose por la laringe y sin dejarte respirar.
Humo contaminante y contaminación propia.
Es ese agobio sugerido que cuesta  digerir.
Perjudicial a la salud y hasta peligroso, pero recetado hábilmente por la situación.
Ya no se como dejarte de lado, solo puedo postergaste entre sabanas, pastillas o alcohol, quizás hasta logre tranquilizarme dandote más vuelo con alguna recaída.
No se ponerle un nombre ni relacionarlo con algo similar, quizas con el infierno mismo, pero no puedo asegurar nada.
Puedo afirmar que no creó soportarlo muchas veces más.

sábado, 2 de julio de 2016

A Ella.

Hoy tengo las letras quebradas y sangrantes, carentes de vida, porque el cielo esta dándole la bienvenida, al ser mas precioso que tocó esta tierra. La vida me la regalo como abuela, un lazo tan hermoso para tener, pero ahora le toca estar de otra forma y aunque no quiera, me hace doler.
Duele el corazón y el alma solamente de saber que ya no voy a tenerla como antes, ya no voy a sentirla de esa forma. Voy a extrañar esa forma que tenia de hablar, esos ojos, el olor de su piel, voy a extrañar sus polleras, sus comidas, sus manitos en las mías.
Me van a faltar sus cantitos "donde estarán nuestros mozos...", "La donna e mobile..."; sus expresiones tan particulares "Hombre!", "Se tenía que caer!", su voz cuando me decía "Buchina de la abuela".
Voy a necesitar sus consejos, sus voz atendiendo el teléfono, sus enojos por tomar coca cola y su amor por Martín Palermo.
Voy a querer todos los días los abrazos, los besos, las complicidades.
Ya no la van a confundir con una japonesita, ya no se le van a enredar las palabras, ni mi tío le va a decir Petunia mientras le aprieta los cachetes.
Para ella se acabaron las agujas, las insulinas, los niveles de azúcar, no más golpes ni caídas, no más quebraduras ni moretones.
Y se que la van a llorar sus plantas en el patio, su silla debajo del árbol de Bialet Masse, su delantal en la cocina y todo en su casa, y todos en su vida.
Tengo en la mente y en la piel, la sensación de sentarme a su lado, tengo su voz resonandome, tengo sus caricias, su olor, los recuerdos de los cuentos que me leía y de los que yo, religiosamente, escribía y le leía.
Tengo en mi sus palabras, su aliento, su orgullo, su "Cuidese Mijita".
Tengo su sangre, Dios gracias, porque tengo su sangre.
Tengo mucho adentro y tengo esa sensación de vacío abismal, de ruptura, de pánico, de debilidad, pequeñez.
Tengo terror de saber que la necesito, que va a haber mil veces en que no voy a saber que hacer o voy a querer su ayuda, su oído, sus palabras, voy a querer sus charlas, sus juegos de cartas, sus sopas, sus  regalos y saber que no va a estar.
Tengo un descolocamiento importante en mi interior, no se que sentir, no se como hacer para seguir, no se como reaccionar, no se mucho y ella si sabía. Voy a guiarme por todos sus consejos, por todas sus acciones, por todo lo que me dijo, me contó y me dejó. Voy a ser siempre esa buchina de la abuela esperando verla, estar con ella, sentirla.
Mi gorda, mi buchi, mi abuelita hermosa, cuánto te necesito, cuánto te extraño y cuánto te amo.
Espero que estés mirándonos desde arriba, junto a tus papás y a tu hermano, espero que estés feliz de estar con ellos y que nos sigas de cerquita toda la vida.
Gracias por haber sido, en vida, esa hermosa mujer, fuerte, capaz, única, esa madrasa y esa abuela incomparable, gracias por seguir siendolo desde el cielo.
Te amo con todo lo que soy, de lo cual, en gran medida, tenés crédito.
No voy a decirte adiós porque esto no es una despedida, no voy a decir que te perdí, porque eso no esta determinado por la vida, voy a decir que todo es lo mismo, solo que ahora estás de otra forma.

Voy a llevarte siempre adentro, porque siempre fuiste y serás parte de mi, porque nada va a cambiar que así sea.-

Macarena.-