lunes, 21 de marzo de 2016

Hojitas de Otoño

Otra vez el sol entre las nubes, los árboles dormilones que se empiezan a cansar, que bajan sus ramas, que sueltan sus hojas. El viento vuelve a golpear mi cara y se quiere llevar mi cabello con él, la temperatura disminuye, el sol no nos quiere quemar. Ha vuelto el otoño y luego de él, vendrá el invierno gélido y árido.
Es nuevamente tiempo de tomar sopa y té, una enorme taza de café con leche y grandes ollas de pasta que nos mantengan el estómago caliente.
El otoño es tiempo de melancolía con su color marrón pasado, con sus vientos de olvido. El otoño me hace ser otra persona, esa que camina callada, con la mirada perdida, con el pensamiento en otro tiempo que hace mucho pasó. Duermo mucho, como poco, vivo con frío y me siento como un oso panda que debería hibernar. No sé si este otoño será diferente a los demás, pero no lo creo. Seguiré tomando mucho café, mucho té, mucha sopa, seré un pequeño cuerpito que padece frío crónico, dormiré horas y horas con mil mantas que cubran mi piel, me daré largas duchas de agua hirviendo, tendré las ojeras más moradas del año y la piel pálida. Seré lo que soy todos los inviernos, todos los otoños, pero este año por fin me daré cuenta de que es así, de que el frío me convierte en esta fase de mi, que me pone como esta otra yo y ¿saben? lo disfrutaré, porque aunque no me guste el frío, amo el café, aunque me duelan las ojeras, me encanta dormir, aunque nunca entre en calor, me fascina estar bajo mil colchas, y aunque sea una fase diferente, también soy yo.-
Jouper.-