viernes, 30 de enero de 2015

Testigos Visuales

Sin duda no había unos ojos tan bonitos como los suyos. A algunos quizás les parecían los ojos más comunes del mundo, pero para ella, esos ojos, lo demostraban todo, lo decían todo.
Eran unos niños la primera vez que los vio, apenas si sabían las vocales y los números en filita del uno hasta el diez, pero ella observó esos ojos y pensó que quizás había mucho más por descubrir; entonces, un día, se lo dijo: - Me robaré tus ojos -. 
Por su puesto él no le creyó, para el niño tan solo significó una tontería infantil, pero no olvidó esas palabras.
Con el pasar del tiempo y los años, ambos crecieron, cambiaron, pero esos ojos seguían siendo los mismos. La vida los llevó por diferentes caminos, pero el destino había decidido volver a juntarlos.
Fue en una fiesta, ella lo vio pasar, sin dudas su sonrisa lo cautivo, pero no lo había reconocido en lo absoluto hasta que se acerco más a él. No pudo soltar ni una sola palabra, esos ojos, esos eran sus ojos, sus ojos y su atónito rostro reflejados en los ojos que la enamoraron cuando niña y que, en ese preciso momento, lo volvían a hacer, y es que, en sus años de vida no vio jamás otros ojos iguales.
Luego de la sorpresa inicial de volver a verlos y de volver a verse en ellos, sonrió, se sentía intimidada por la profundidad de esos enormes ojos marrones que la escrutaban de arriba abajo, su inteligente mirada la derretía y era clara la certeza que esa mirada demostraba, también esos ojos la habían reconocido, de todas formas ella estaba atrapada allí, entre ambas miradas, sin poder salir, sin sacarle la vista, sin mover ni un músculo, esos ojazos la estaban perdiendo, le habían succionado las palabras y le desnudaban el alma.
Él tomó la palabra: - Dijiste que me robarías los ojos, y sin dudas, lo acabas de hacer -.
Así fue, la pequeña revoltosa que fuera su compañera de jardín se había convertido en una mujer hermosa, su belleza era tan suya, tan propia, su cabello caoba, sus ojos marrones, brillantes, su tierna nariz y sin dudas lo mas cautivador... esa sonrisa estallando en su preciosa boca, estaba claro que sí, le había robado los ojos, su mirada no quería ver nada más, quería dedicarse pura y exclusivamente a observarla, a estudiarla y a rendir con 10 el examen de conocerla por completo, esa chica no solo se había robado su mirada, se estaba robando su corazón.
De más está decir que ese fue el comienzo de una historia que los tendría como protagonistas, y es que esa noche ambos comprendieron que sus miradas dijeron mucho más que sus palabras, en sus ojos había brillado la misma chispa que latía en sus corazones, en sus ojos se encontraron ambos, se entregaron mutuamente y se aceptaron, en sus ojos se guardaron y les surgió la necesidad de no dejar de mirarse.
En sus ojos sucedió todo, y ellos, fueron los únicos testigos.-
Jouper.-

viernes, 23 de enero de 2015

Papá

A pesar de las diferencias, de las distancias, de las infinidades y las pequeñeces, la raíz no deja de ser la misma, el tallo no deja de crecer, nosotros no dejamos de florecer.
Juntos o separados venimos del mismo lugar, seguimos un rumbo igual. Nos corre la misma sangre, nos baña la misma luz, pisamos la misma tierra. Tenemos sentimientos iguales, a pesar de ser fuerzas opuestas, chocamos y seguimos la misma dirección. Nos rodea la misma gente, el mismo paisaje, nos inspiran las mismas cosas, respiramos el mismo aire.
A pesar de tanta adversidad, tenemos similitudes, porque a pesar de ser gajos diferentes nacimos siendo un solo fruto, porque no importa que hayamos vivido en tiempos y lugares diferentes, compartimos igual.
Y sobre todo, mas allá de todo lo que nos iguala y nos diferencia, existe una sola cosa que nos une y que nada puede hacer que nos separe, ese sentimiento profundo, hondo, fuerte y fervoroso, llenador, puro, transparente, ese por el cual tantas veces lloramos cara a cara, reímos a carcajadas, nos dolimos y nos reconciliamos, nos abrazamos; ese por el cual seguimos día a día, confiamos en el otro, crecimos en nosotros mismos, nos caímos, nos levantamos, nos ayudamos y aprendimos; ese por el cual también crecimos en el otro, por y para el otro, por y para nosotros; ese único que nos llena el pecho, que nos invade y por el cual nos levantamos cada mañana, por el que seguimos adelante cada día.
Por el amor que compartimos, por amarnos tanto que hasta nos llegamos a causar daño, pero daño que nos esforzamos en remediar. Te amo hoy, te amé ayer y te voy a amar siempre.-
                                          M*******.-

miércoles, 21 de enero de 2015

Volver a comenzar

Que lindo es tenerte al lado, poder sentirte, respirarte, verte, escucharte, todo lo que haga con vos es disfrutable. Realmente es mágico poder compartir una historia con vos, sos mi mejor amigo y mi amor, mi compañero, mi oido, mi refugio, mi sonrisa, mi sol.
Caminamos este camino juntos, disfrutando de todo, nos reimos, nos abrazamos, nos disfrutamos el uno al otro, nos fastidiamos y hasta hacernos enojar es un juego.
Hasta ahora es poquito lo que transitamos juntos y me llenó de alegría, pero lo que realmente me alegra es que, desde acá, paradita en este punto, no llego a ver el final del camino, y no porque sea chiquitita, enana, si no porque es taaaaaan largo, que solo sé del principio, pero no veo un final.
Todo a tu lado tiene un sabor, color, olor y forma diferente, todo es único y distinto, me gusta, me llena, me aloca, me hace ser una nenita todo el tiempo.
Con vos puedo ser yo y sentirme bien, puedo ponerme en caprichosa y quisquillosa, en dulce, en tierna, en loquita, en nena, en adulta, en pesada, en cariñosa, en enojona, en tranquila, en madura, en blanca y negra, a colores, en unica, en alunada, en exotica y en yo misma, con vos puedo jugar con cualquiera de tantas de mis facetas y no dejar de ser autentica, con vos no necesito escrupulos, no hay filtros ni caretas, con vos todo es como es y si no es, se transforma para que sea. Y estoy segura de que no entendes ni la mitad de mis metaforas, soy una escritora aficionada y vos un chico de las ciencias exactas, pero no hace falta que comprendas tanto, lo que te estoy queriendo decir es que me haces bien, porque con vos al lado no necesito ser otra, soy yo, lo que te digo es que me encanta esto y que te amo.
Gracias por darme esta oportunidad de sentirme asi, de vivir esto, de compartirlo con vos y de sentirme infinita al lado tuyo, de creer en todas las oportunidades, gracias por regalarme la oportunidad de ser feliz y hacerte feliz.
Pero sentate tranquilo y acomodate, porque nos falta mucho mi amor!
No importa lo que haya pasado o lo que vaya a pasar, todo lo vamos a afrontar juntos, porque no necesito otra cosa mas que tu mano sosteniendo la mía para poder caminar por toda nuestra historia.
No te prometo que esto sea infinito, tampoco te prometo un para siempre, pero te puedo asegurar que voy a poner todo de mi parte para que el tiempo que esto dure sea mágico, único, lleno de momentos inolvidables e inmejorable. Te amo!
                                                                                                                M.-