domingo, 10 de septiembre de 2017

Lluvia y nostalgia, lluvia y tristeza

Anoche soñé con ella y cuando me desperté, llovía. Hacía un poco más de una semana que no dormía una noche entera y cuándo puedo hacerlo, soñé con ella. Cuando sonó la alarma y escuche la lluvia afuera, se me pasaron por la cabeza miles de imágenes de mi infancia, olores, colores, oí frases y sonidos y recordé lo que se sentía tocar su piel, abrazarla.
Por algún motivo los días de lluvia eran mejor en su casa, porque esa casa era como un refugio, era cálida, acogedora, de niña la llamaba 'la resistencia'. Hoy no puedo evitar la nostalgia, la carencia, el vacío de ausencia y de palabras. Hoy necesito un abrazo, un beso, tan solo verla, sentirla, olerla, hoy necesito de ella. Quizás la lluvia me pone nostalgica, melancólica, o quizás tan solo hoy la extraño un poco más. Quisiera, aunque sea por un rato, volver a tener 5 años, 7, 8, 10; estar en su casa en un día de lluvia y jugar en el baúl del auto guardado en el garage, mientras veo como diluvia por la ventana del portón. Estar en su casa y pasar la tarde viendo novelas italianas o brasileras y llenarme la panza de galletas con queso y oír el agua golpeando contra el techo. Estar en su cama, con ella, contándome otra vez el cuento de Peter Pan, o el de los guisantes, o el de la fosforera y que de fondo haya lluvia regando las plantas del patio. Anoche soñé con ella y cuando desperté estaba lloviendo, a veces quisiera que sea al revés, y que el sueño sea esta pesadilla que es estar sin ella.