viernes, 14 de julio de 2017

Pensamientos de un corazón

No hay un día en que no piense en vos, no hay un minuto, un segundo. Pasean los recuerdos en mi mente, algunos caminan tranquilos, otros van más rápidos, otros de la manito. No importa qué haga, qué deje de hacer, estás ahí, conmigo, adentro.
Por momentos, generalmente la mayoría, el recuerdo duele, porque el corazón extraña, el cuerpo se siente solo, al camino le faltan huellas compañeras.
Otras veces siento calma, estoy tranquila, porque sobre el dolor, te siento y además tengo una certeza entre firme y dormilona que me asegura futuro, que me cuenta la historia de como adelante todo está mejor, de como deja de doler el corazón y el cuerpo en compañía, el camino encuentra huellas y más huellas, huellas que ya conoce, que son tuyas, que son nuestras.
Y entonces la tristeza se me calma y me cuesta menos dormir, con la medalla envuelta entre los dedos y sintiendo, sabiendo, que tú también lo sabes, que así lo sientes, que no es el final de la historia, que no se acabó ahí el cuento, que es una pausa mientras cambiamos capítulo, un cambio, por cierto, muy necesario y que nos traerá mejores tiempos a los dos.

miércoles, 12 de julio de 2017

17 otra vez

17 meses, diecisiete lunas, diez y siete soles, diecisiete amor, mi amor. Diecisiete mil millones (quizás más) de besos tiernos, dulces. un año y cinco meses de diecisiete abrazos por hora, por infinitas horas de niñitos soñadores jugando a ser grandes, jugando a mamá y papá, siendo un eclipse lunar. Diecisiete centímetros de altura que creció esa relación que alimentábamos todas las noches cuando nos despedíamos 17 veces. Diecisiete pasos de distancia, diez y siete peleas, diez y siete y ocho y nueve, reconciliaciones.
Un año y cinco meses de fotos por doquier, de mimos en el alma, de susurros al corazón. Diecisiete mil billones infinitos y estelares 'te amo'.
Y quizás no sean ahora diecisiete meses de estar uno sin el otro, quizás no sean ni siquiera diez y siete semanas o quizás sea más, quizás sea mucho mucho más, 17 años, 17 décadas, siglos; pero sin dudas llevo marcado a fuego tu nombre, diecisiete veces en el corazón, y eso no va a cambiar. Porque diría si, 17 veces más a pasar esos diecisiete meses con vos, sin vos, los dos, solos, porque no me arrepiento ni un poco, aunque duela, porque te amo, porque te ame a la 17 potencia y eso no se pasa así como así y menos aún cuando el corazón aún tiene esperanza y fe en el sol.
Diez y siete adioses, que quizás son tan solo un punto y coma.