miércoles, 11 de junio de 2014

Monotonía

¿Qué es lo que ocurre dentro tuyo cuando se desmorona tu mundo pero el mundo de los otros sigue en pie?
¿Qué se supone que hagas cuando tu corazón quiere adormecerse en contra de tu voluntad y comienza a latir con lentitud?
¿Qué debes hacer cuando tienes esa sensación en tu pecho y los ojos se te empañan y tu corazón está somnoliento y tienes un nudo en la garganta y tu mundo continúa moviéndose sin lógica alguna?
Esos momentos que a veces te atrapan, en los que sientes que caminas en una oscuridad lenta y constante, densa.
Tu boca se cierra y las palabras se agolpan dentro, el nudo en la garganta crece, incluso dificulta tu respiración, un ardiente fuego trepa por tu estomago y tus ojos parecen bolitas de cristal mojadas, tu pulso disminuye, tu respiración se aletarga y solo quieres cerrar los ojos y dormir, como si esa fuera la solución a tus problemas.
Pero ahí afuera hay una vida y tu sabes que debes seguir con ella, sales de tu cama y a pesar de que no te importe como te veas intentas lucir minimamente presentable. Sales a la calle y te das cuenta de que el mundo sigue girando, la gente sale a trabajar, los niños van a la escuela y ahí estás tu, sin recordar si quiera, como se cruza la calle.
El día arranca aunque tu no lo asimiles y parece que hicieses las cosas automáticamente, como por costumbre, solo las haces sin reparar exactamente en qué estas haciendo.
Llevas pocas horas de vida normal pero deseas que el día ya acabe, estás esperando volver a tu cama, a tu refugio, donde eres igual de vulnerable que ahora, solo que ahí te sientes protegida, segura.
Cada segundo cuenta, sigues ''viviendo'' a pesar de estar absorto, latente, casi trasparente tu mente intenta conectar con lo que haces, aunque no lo logra del todo, el problema está en que tu mente al distraerse tan solo un segundo te recuerda tu dolor, éste choca de repente contra ti y desbordan las lágrimas, entonces tomas coraje, haces fuerza para que tus lágrimas no caigan y tu dolor no se note, pasas así el resto del día, conteniendo y explotando a cada segundo, hasta que finalmente vuelves a casa, te metes en tu cama, ya no haces fuerza, explotas tranquila...


Jouper.-



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