Rutina Matinal l

Una lágrima mezclada con maquillaje baja por su mejilla, su pelo alborotado le cubre parte de la cara, su pintura de labios ahora está en boca de algún desconocido.
Gira lentamente en su cama, acurrucandose entre sus colchas y abre los ojos, observa su habitación en penumbras durante una eternidad. Se tumba boca arriba, descorre las mantas y se mira. Recorre con el índice toda su figura, contando sus errores, memorizando cuan imperfecta es; toca sus costillas adormecidas bajo la piel y la grasa, imagina como se deben sentir sus clavículas y sus caderas, y aún así respira, suelta el aire y vuelve a respirar, tranquila. Realiza ese ritual todas las mañanas y nunca va a parar, no lo va a dejar, no puede evitar contar cuánto le falta para ser hermosa. Sé fuerte princesa.
Joupe.-