domingo, 21 de octubre de 2012

Nervios

Nervios. Nervios. Nervios ¿Cómo podrá reaccionar? ¿Me contestará? ¿Qué pensará? ¿Ya la habrá leído? Si, seguro que si. Siendo tan ansioso la debe haber abierto apenas pasó la puerta de vidrio; después se tomo de la baranda de la escalera y subió escalón por escalón con la carta en la mano y la mirada flotando entre las letras. Llegó al segundo piso, camino hasta la puerta todavía leyendo. Saco la llave del bolsillo y la mirada de la carta para abrir la puerta, entrar y cerrarla en 8 segundos, 9 tal vez.
Tiró la llave en la mesa mientras volvía a la lectura, siguió por el pasillo soltando apenas un ''hola'' al pasar frente a su madre. Se metió a su cuarto y se sentó en la silla, o en la cama quizás, y termino de leer. 
O a lo mejor no, quería esperar a estar solo y tranquilo; y entró y subió y se encerró en su cuarto y se sentó en la cama o en la silla y olió el sobre y tenía olor a mi y la abrió, vio la carta, la saco, vio la flor marchita y también la sacó, la miró por ambos lados y la olió, mas olor a mi lo invadió, la guardó, extendió la hoja doblada en cuatro y con la tinta corrida por el perfume y leyó... Cuando terminó pensó que tenía razón en algunas cosas y en otras no y pensó y pensó hasta que la voz de su mamá le llego desde la cocina como una soga que lo sacó de ese mundo de ideas y pensamientos, 'A comer!...'. Cuando terminó, volvió a la pieza, vio la carta sobre la cama, la volvió a leer o tal vez solo la repasó en su mente y se acostó con la carta en el pecho y pensando se durmió.

Nervios, nervios. ¿Qué pasó? ¿Qué está pasando? ¿Qué pasará?, ¿Qué sucederá con nosotros, con nuestra historia...?

                                                                                                                  Jouper.-

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