viernes, 21 de marzo de 2014

La primera noche juntos...

Mantén el silencio, susurra a mi oído, sopla las palabras apenas al viento. No digas nada, calla conmigo. Respira, cierra los ojos, siente. Mira mis ojos, ve en ellos mi verdad, no digas nada, no quiero que sepas todo lo que siento cuando tu estas cerca, calla, no te atrevas a decir ''te quiero'', no me digas nada, tengo miedo. Te siento apenas respirar, cerca de mi, es un sonido apenas audible, pero sin duda es el mas bello que oí. Cierro los ojos, todo esta a oscuras, me siento insegura pero enseguida lo escucho, tu suave respiración, tu aliento de vida, y me sumerjo en esa melodía que llena tus pulmones y los vuelve a vaciar, y me siento acompañada, protegida. Quiero ser bruma, quiero que puedas aspirarme para quedar así, anidada en tu pecho. Poco a poco voy perdiendo el miedo, poco a poco me relajo mas. Siento tu cuerpo al lado del mio, mis ojos permanecen cerrados, pero aun así, percibo tu proximidad. Tu mano se desliza bajo la mía y suavemente nuestros dedos se entrecruzan, mis palpitaciones aumentan, es increíble lo que me haces sentir.
Giro lentamente para enfrentarme contigo, abro los ojos y ahí estas, recostado, de frente a mi, observando cada centímetro de mi rostro. No puedo evitar sonreírte y el calor se aloja en mis mejillas, y tu, tan tiernamente, corres el cabello de mi cara y me adornas con un beso la nariz. En mi estomago se agolpan locamente mil mariposas, me recorre un cosquilleo de pies a cabeza.
Comienzo a acercarme a ti, lentamente, me acomodo tan perfectamente en tu cuerpo, que siento que somos dos piezas de un rompecabezas; mi cabeza entre tu pecho y tu mentón, midiendo exactamente lo mismo que tu cuello, nuestras piernas, apenas entrelazadas, nuestros pies rozándose; tu brazo izquierdo delineando mi cintura y tu mano derecha encajando maravillosamente con mi mano.
Quizás incluso seamos eso, dos piezas de un rompecabezas que está comenzando a tomar forma y que de algún modo, ambos haremos encajar.
En este momento y bajo tan agradable condición no quiero ser otra que yo misma, no quiero que seas otro mas que vos. Si en este momento acabara el mundo, ni siquiera me importaría, porque estoy bajo tu protección, rozando tu cuerpo, sintiendo tu abrazo, extaciándome con tu calor.  Y es que en este preciso momento no necesito nada más, porque justo aquí y ahora es donde me siento yo misma, es donde siempre quiero estar, mi refugio. Porque justo aquí es en donde sé que me amas, así como soy y sé también que te amo tal cual sos, porque entre tus brazos estoy protegida y los míos siempre resguardaran tu calor.
Nuestras mentes ya vuelan entrelazadas a encontrarse en nuestros sueños, al igual que nuestros cuerpos que disfrutan de dormirse abrazados. Y es que éste es el mayor acto de amor, dormir juntos, pero tan solo abrazados.-
                                Jouper.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario