martes, 1 de diciembre de 2015

1.23 Minutos

Algo últimamente me esta causando esta sensación desafortunada, insatisfecha, ahuecada. Es una sensación difícil de definir y también de predecir.
No sabes cuando te va a dar, te ataca así como así, en cualquier momento y lugar. Primero es esa sensación como de pesadez, de cansancio en el cuerpo, pero todavía no te das cuenta de que te está pasando; y entonces se te cierra el pecho, sentís que el aire que te entra es muy poco o que tus pulmones estan demasiado sucios como para dejarte inahalar más; ahí tomas conciencia, te está pasando de nuevo.
Y entonces la mandíbula se te cierra fuerte, las palabras te suben por la boca del estómago, se atragantan en tu garganta y se te empastan en la boca. Siguen los escalofríos, la piel erizada y las ganas de querer caminar solo, o al menos de estar solo, tranquilo.
Por más de que tu apariencia no sea alterada, no estás tranquilo. Tu cuerpo encierra a un alma desesperada bajo una careta inexpresiva.
Tus encías sangran por la fuerza, la sangre se embarra con el resto de las palabras, pero olvídate de tragar, tu garganta esta ocupada ahogando un grito.
Y ahora es lo peor, sientes el ardor que sube, caliente y te empaña los ojos, pero es solo eso, porque no va a dejarte que sueltes ni una sola lágrima, porque solo es un gran vómito atragantado de palabra no dichas, cosas no hechas, pensamientos que carcomen tu cabeza.
1.23 minutos, no ha durado más. Uno punto veintitrés minutos que te atacan unas cinco veces al día.
1 punto 23 minutos; ya puedes morir en paz.-
Jouper.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario